De repente, si creo en Dios, existe. Y si alguien a mi lado no cree en Dios, no existe, en su mundo, tan legítimo como el mío.

viernes, 19 de octubre de 2012

No todas las personas son como creemos, no? Es una lastima que después de algunas cosas vividas esa/as personas cambien. Duele realmente, y más si son personas que queremos pero, que vamos a hacer? Cada cual puede hacer lo que quiere porque nadie es dueño de nadie.... Mil veces nos va a pasar y tenemos que saber que no todas las personas valen la pena para estar mal o triste, no siempre hay que confiar en todos. Solamente, hay que saber ser fuerte y poder afrontar los giros de 180°